No.
Nunca estuve mas lejos de sentirme poderosa, de decir "no temo".
Se agigantan mis ansiedades noche tras noche.
Y despues de cada noche, nunca he vuelto a ser la misma.
Barajo destinos, me inscribo en lo que aparece y busco lo que no han inventado aun.
Todo por este hueco, que nació cuando perdí las rayuelas y que se aprecia, lamentablemente, eterno.
Pero de a poco, aunque no es consuelo, me doy cuenta: no estoy sola en esto.
Estás vos.
Está él.
Están ellos.
¿Nos damos las mano:
"Buscadores"...
"Infelices"...
"¡Desesperados!"...?
...
"¿Dios?"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario