Flotando en el aire.
Un brazo. Cinco dedos y ansias de maravillas envuelven débilmente el hilo del viejo cometa, que aunque viejo...no ha perdido la excelencia de su remontar vuelo en esta noche de viento. Moviéndose al son de las ráfagas, un rulo para un lado y arriba, para el otro y siempre arriba... y mi brazo sacudido a su voluntad, pero resistiendo el vuelo.
Mi cuerpo en el aire.
No me suelto.
Otro brazo. Cinco uñas y necesidad de amparo se aferran a un pedazo de tierra de mi jardín, huelen olor a hierba mojada del riego de la tarde, a flores del año pasado, a humo de hogar, y se envuelven en parsimoniosa calma.
No me suelto.
Sin embargo miro hacia arriba fascinada, al cometa que me invita a navegar el cielo. Las estrellas...
Y de a ratos vuelco mi cabeza al suelo y acaricio con mis yemas la suavidad del pasto. El sueño...
Me duelen los brazos, se me debilitan , me pesan, me punzan, se retuercen...
Ya no puedo mas...y me suelto.
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